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Nuevos Nombres para Planetas Retrógrados

Cuando buscas sinónimos de retrógrado aparecen palabras tales como anticuado, obsoleto,

atrasado, anacrónico, viejo, desfasado, regresivo. Cuando buscas el significado que la RAE

da a esta palabra, ésta también incluye la connotación despectiva del término: persona

partidaria de instituciones política o sociales propias de tiempos pasados, o contraria a

innovaciones o cambios. En mi práctica astrológica cuando abordo el tema de retrógrados,

los estudiantes y consultantes entran en estado de alerta y angustia. Les cambia la carta y

sienten que tener planetas retrógrados es algo malo, como mínimo preocupante. El término

dista mucho de la exquisita profundidad que este símbolo implica.

En este artículo, Mariu García Belmonte, futura egresada de la Escuela Astrología Viva, y

yo, volcamos nuestra mirada fruto de la investigación que estamos llevando a cabo para

rescatar de la astrología clásica y medieval el alma de la simbología astrológica. Para que la

Astrología nos brinde su sabiduría en nuestro camino de individuación.

Lo primero que dijo Mariu fue ¡Cambiémosle el nombre! Busquemos opciones de nombres

que reflejen la riqueza, la profundidad y el potencial de aprendizaje y trabajo interno que

encierran estos planetas, tanto sea natales como en tránsito. Y surgió esta lista por demás

hermosa:

 Planetas de Profundidad: Sugiere un viaje hacia el interior, a capas más hondas de

la psique.

 Planetas Reflexivos: Destaca la necesidad de introspección, meditación y

autoanálisis.

 Planetas Resonantes: Implica una conexión con vibraciones o memorias internas

que necesitan ser "sintonizadas".

 Planetas del Reencuentro: Alude a la idea de reencontrarse con aspectos no

resueltos o talentos latentes de vidas pasadas o del inconsciente.

 Planetas Inmersivos: Invita a una experiencia de inmersión en el propio ser para

comprender mejor estas energías.

 Planetas de Revisión: Enfatiza la oportunidad de revisar, perfeccionar y

resignificar experiencias o patrones.

 Planetas de Maestría Interior: Sugiere que estas posiciones ofrecen un camino

hacia el dominio de aspectos internos.

 Planetas de Recalibración: Implica un ajuste fino, una sintonización para un

funcionamiento más óptimo.

 Planetas Semilla: Como una semilla que germina bajo la tierra antes de brotar,

estos planetas podrían representar un potencial que madura internamente.

 Planetas de Crecimiento Profundo: Subraya un tipo de desarrollo que no es lineal,

sino que se da en capas.


 Planetas del Origen (o del Origen Profundo): Podría conectar con la idea de que

estas energías nos reconectan con nuestra esencia más primordial.

 Planetas de la Sombra Integrada: Desde una perspectiva junguiana, podría

referirse a la integración de aspectos del inconsciente personal o colectivo.

Una definición más bella que la otra. Nos costó decidirnos y finalmente nos inclinamos por

llamarlos Planetas Resonantes, ya que capturan la esencia del trabajo interno y la

oportunidad de crecimiento que ofrece desde la energía, frecuencia y vibración, que nos

lleva a descubrir el sistema solar dentro nuestro, como fractales del universo.

¿Qué papel juega la Frustración en relación a los Planetas Retrógrados?

La frustración con el planeta retrógrado: Hay momentos que uno va a sentir mucha

frustración con este planeta. Mariu y yo amamos la perspectiva de Viktor Frankl,

principalmente porque él fue testimonio vivo de todo lo que dijo y escribió. Para él la

frustración no es necesariamente algo negativo que deba ser evitado a toda costa. Al

contrario, puede ser una señal y una oportunidad para crecer.

Frankl acuñó el término frustración existencial para describir la frustración que surge

cuando nuestra voluntad de sentido no puede ser satisfecha. Esto significa que la frustración

no siempre viene de conflictos internos o traumas pasados, sino de la falta de un propósito

significativo en la vida. Si nos sentimos frustrados podríamos explorar si esa frustración

proviene de una sensación de vacío o de que nuestras acciones no están alineadas con un

propósito que consideramos valioso. Y es acá donde explorar la Carta Natal, los planetas

retrógrados, natales o en tránsito, en búsqueda de sentido, visión y propósito y no con una

actitud derrotista y fatalista, es de gran ayuda. La mirada determinista y fatalista no llena de

miedo. Y es bien sabido como los seres humanos entendieron, por desgracia, que es a través

del miedo que se puede dominar a la humanidad. Las religiones inclusive utilizan este

artilugio del miedo para controlar. Y con la Astrología, ¿no sentís algo en la panza cuando

se te instala un retrógrado en algún lado, o te enterás que tenés una Revolucionar Solar en

Escorpio o un Plutón metido ahí donde menos lo querés? Seamos sinceros. Pasa esto. Ni

hablar con el remanido Mercurio retrógrado!. Los seres humanos respondemos

desafortunadamente al miedo y al control, su primo hermano.

Amamos tanto la Astrología que nos daría mucha tristeza que ella fuera usada como

herramienta de control, a través del miedo. Que se convirtiera en una religión. Y sentimos

el deseo de investigar muy profundamente temas interesantes pero que, para astrólogo

humanista, espantan con su denominación. Me refiero a los llamados desde la astrología

clásica maléficos, en exilio, en caída o planetas debilitados. Porque la palabra es muy

poderosa, acarrea su propia energía, condiciona, predispone, nos llena de miedo. Y el

miedo paraliza el espíritu libre y creativo del ser humano.

Para Frankl, la vida tiene sentido en todas las circunstancias, incluso en el sufrimiento. Y

quién sino él puede tener tanta autoridad para afirmarlo. Si estás frustrado por una situación

que parece inmodificable (como una pérdida, una limitación física o una injusticia), el


camino es encontrar un sentido y adoptar una actitud hacia esa situación. La frustración y el

desgarro pueden ser el catalizador para descubrir un sentido más profundo.

Incluso cuando no podés cambiar las circunstancias externas que te frustran siempre tenés

la libertad de elegir tu actitud ante ellas. Esta es la última de las libertades humanas. No

podes controlar lo que te sucede, pero sí podes controlar cómo respondes a ello. Esta

elección de actitud puede transformar la frustración en un acto de trascendencia.

Exactamente lo que ocurre al trabajar con los planetas resonantes. Jaja empecemos a

llamarlos así.

La frustración puede surgir cuando nos sentimos impotentes. Algo que ocurre

frecuentemente en el camino que recorremos con nuestros planetas retrógrados o en la

retrogradación en tránsito. Ellos nos invitan a mirar más allá de uno mismo y de nuestros

propios deseos, para enfocarnos en valores y en lo que la vida nos pide: ¿Qué tarea única y

significativa nos espera? ¿Cómo podés servir a otros o a una causa mayor? Al

comprometerte con algo que trasciende tus propias necesidades, la frustración puede

disolverse a medida que encontrás un propósito que te impulsa.

Tu frustración puede venir de la búsqueda directa de satisfacción, felicidad o placer por la

satisfacción o por el placer mismo. Ahí no hay un propósito subyacente. Y ahí está el

problema. La felicidad es un efecto secundario de la realización del sentido. El despliegue

de un Resonante deviene de la realización del sentido que emana del mismo. Al encontrar

y cumplir un propósito en tu vida, la felicidad y la satisfacción vendrán como una

consecuencia natural, no como un objetivo directo. Siempre está presente el tema del

sentido. Y aplicado al planeta retrógrado he encontrado en esto un camino de vida. Cuándo

la búsqueda o el deseo deriva de un capricho del ego, el planeta retrógrado no va a

consentirte. Te va a frustrar. Y lo llamaremos retrógrado. Pero cuando hayamos

comprendido el sentido del planeta lo empezaremos a llamar resonante. Al identificar un

propósito lo suficientemente fuerte, la dificultad o el cómo de la situación frustrante se

torna más tolerable. Y nos obligará a revisar, repensar, redefinir, volver sobre nuestros

pasos en relación a los deseos de ese planeta retro/reso.

Si sos de esos que buscan soluciones rápidas para eliminar la frustración, estos planetas no

fluyen, porque ellos implican hacer un trabajo alquímico, más sutil, más comprometido con

lo anímico. Buscan la transformación, la toma de conciencia, lo más esencial de la función

planetaria, y eso, mi querido amigo, conlleva un proceso, una renuncia, una muerte

psicológica, un liberar, un purgar.

La frustración te lleva a conectar con tu deseo real. Si es real, se sostiene en el tiempo,

sostiene el proceso. Si es un deseo caprichoso, no resiste ni el tiempo ni el proceso.

¿Cómo se manifiestan los planetas retrógrados en la primera infancia?

Con Mariu estamos investigando la manifestación del planeta retrógrado en la infancia y

hay algo notable. Hay un denominador común que indica que se manifiesta de manera

atípica. Ni bueno ni malo. Diferente. Ahí es cuando uno puede sentirse el distinto. Estas


experiencias frustran al niño, dejando marcas en su inconsciente que luego se verán en su

vida. Esa experiencia será el peldaño para la indagación, profundización y búsqueda de

sentido de sus experiencias frustradas.

Lo retrógrado es sin dudas una energía que se internaliza, se procesa de manera diferente y

que, a menudo, conlleva un potencial de autoconocimiento y desarrollo único. Por eso

sentimos que el término Resonante es mucho más adecuado.

En la primera infancia (0 a 7 años), podría manifestarse de modo muy interno. Esto

significa que las funciones de ese planeta no se expresan de manera extrovertida o típica

inmediatamente. El niño puede estar procesando esa energía, reflexionando, observando, o

asimilando antes de exteriorizarla. Así, por ejemplo, si Mercurio (comunicación,

aprendizaje) está retrógrado, el niño podría tardar más en hablar o preferir escuchar y

observar antes de participar en una conversación. No significa que haya un retraso en el

desarrollo, sino una forma particular de procesar la información y expresarse.

El desarrollo de la función del planeta retrógrado puede no seguir un patrón lineal o

esperable. Puede haber momentos de aparente pausa o incluso retroceso en ciertas

habilidades o formas de expresión. Esto no es un problema, sino un ritmo diferente que el

niño necesita para integrar esa energía de una manera más profunda y personal.

Para los padres, esto puede requerir paciencia y una comprensión de que el niño no se

ajusta a las normas de desarrollo en esa área específica. La internalización de la energía

planetaria puede llevar a una mayor sensibilidad y una percepción más profunda de los

temas asociados a ese planeta. El niño puede ser inusualmente intuitivo o perceptivo en esa

área, captando matices que otros no ven. Por ejemplo, una Venus retrógrado podría

significar que el niño tiene una forma muy particular y profunda de experimentar el afecto,

o un sentido estético muy desarrollado y personal que no sigue las modas.

Cargas o Patrones Inconscientes:

Desde una perspectiva junguiana, los planetas retrógrados pueden estar conectados con

cargas o patrones inconscientes que el alma trae consigo, a menudo relacionados con el

pasado familiar o incluso con la idea de vidas pasadas, un contacto muy vital con el

inconsciente colectivo y los arquetipos. Muy similar a la carga energética que tienen los

planetas en Casa XII, por ejemplo.

En la primera infancia, esto podría manifestarse como una tendencia o una predisposición a

vivir ciertos temas de manera más intensa o a experimentar desafíos específicos en el área

de vida que rige ese planeta. Por ejemplo, un Marte retrógrado podría indicar una expresión

desatada del planeta y la consiguiente retracción del mismo, o la dificultad temprana para

expresar la ira o la autoafirmación de manera directa.

Uno acá ya empieza a pensar acerca de la importancia de que los padres y el entorno

cercano al niño validen y acepten esta forma singular de ser. Si los padres intentan forzar al

niño a expresar la energía del planeta de una manera externa y convencional, puede generar

frustración, represión y la sensación de que hay algo malo en el niño.


La clave es permitir que el niño explore y desarrolle esa función a su propio ritmo y de su

propia manera, sin juicios. La frustración inicial que pueda sentir el niño o los padres,

puede ser una señal de que se necesita un enfoque diferente.

Aunque en la infancia la energía retrógrada puede parecer un desafío o una introversión, es

un gran potencial. Una vez que el individuo ha tenido la oportunidad de explorar y

comprender esa energía de manera interna, puede desarrollar una forma de expresión de ese

planeta que es profundamente original, auténtica y con una sabiduría única en la vida

adulta.

Lo que se vive como un impedimento en la infancia, con el tiempo y con conciencia, se

puede transformar en una fortaleza distintiva.

Un planeta retrógrado en la primera infancia no es un defecto, sino un indicador de que el

niño está destinado a tener una relación más compleja, interna y posiblemente más

significativa con la función de ese planeta. Requiere de un acompañamiento sensible que

respete los tiempos y la forma única en que esa energía se va desplegando.

El tema es que cuando emergen situaciones, rasgos de temperamento diferentes uno se

asusta. Nos invade el miedo Y es allí cuando el planeta retrógrado funciona de manera

negativa. Nos dominan los fantasmas y monstruos que yacen en el inconsciente. Pero

debemos saber que el desarrollo de las habilidades asociadas al planeta puede no seguir un

patrón esperado, mostrando ritmos propios o pausas aparentes. Requiere paciencia y

comprensión por parte de los cuidadores. Es crucial que el entorno valide y acepte esta

singularidad. Forzar al niño a ajustarse a lo normal puede generar frustración. Hay un

potencial único en estos símbolos. Aunque en la infancia pueda parecer un desafío, esta

internalización sienta las bases para una expresión profundamente original, auténtica y

sabia de esa energía en la vida adulta, transformando lo que pudo ser una dificultad inicial

en una fortaleza distintiva. Lo mismo vale para uno, adulto, en su relación íntima con sus

planetas resonantes.

La astrología psicológica y evolutiva tiende a ver la carta natal como un código de

información que se despliega a lo largo de la vida, y no como un destino fijo o una

influencia determinista. La carta natal es un conglomerado de información que se va

activando cíclicamente, con una sincronización extraordinaria. Desde esta perspectiva, un

planeta retrógrado no sería un problema o una falla, sino una cualidad inherente del ser

que se manifestará de una manera particular. Acá no se trata de arreglar algo que anda mal

sino de comprender la particularidad de esa energía para facilitar su desarrollo auténtico.

Y esta tarea recién empieza. Te pedimos que si querés ser parte de esta investigación

astrológica nos envíes tu vivencia en la infancia del planeta retrógrado y cómo sentís que lo

vivís hoy, ya de adulto.

Vamos todos juntos a crear un puente entre lo mejor de los dos mundos, el mundo antiguo

y el mundo moderno! Vamos a aclarar malos entendidos, a poner el foco en cómo

nombramos las cosas, a vivir la Astrología sin miedo ni control. Sino a RESONAR con sus

símbolos en la hermosa sinfonía sincrónica del cielo.


Te leo en los comentarios o envíanos tu testimonio a astrologiaviva@hotmail.com

Gabriela Ciminieri- Astrología Viva – Aurora- Campamentos Astrológicos

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