Eclipse Parcial Solar del 21 de Septiembre de 2025los 20º de Virgo
- Gabriela Ciminieri
- hace 9 horas
- 6 Min. de lectura

Quiero centrarme en esta ocasión que nos brinda una oportunidad enorme de aprendizaje
para el ego debido a varias circunstancias: Primero, un Eclipse al Sol, el cual configura el
epicentro de nuestra consciencia, no es nada cómodo para nuestra seguridad, basada en
lo conocido y en la auto percepción e imagen que tenemos de nosotros mismos, nuestras
certezas y el camino visible, por decirlo de alguna de manera. Todo eso se ve eclipsado,
nublado, no por capricho ni malicia, sino para que nos cuestionemos y no basemos
nuestra vida en la confirmación de lo que conocemos de nosotros mismos, que es muy
limitado por cierto, aún para quienes hayan hecho un camino profundo en este sentido.
Segundo, el grado 29º en Astrología remite a una experiencia muy fuerte para el ego
porque, simplificándolo masivamente, sería la experiencia abundante o maestría en
determinada área en la vida que a partir de ahora y en adelante voy a tener que
replanteármela porque lo que se viene es completamente distinto.
Grado 29º o Grado Anarético
La palabra anareta significa «destructor» en griego. Es un término astrológico antiguo que
se utilizaba para describir a un planeta con mala suerte y que se refería al gobernante de
la Octava Casa o a los planetas que se encontraban esta casa. Los planetas ubicados en el
grado 29 de un signo también se consideraban anaréticos. Es bien sabido la pesada
interpretación de la herencia de la astrología clásica y medieval que habita en el
inconsciente colectivo en relación a lo maléfico, a los planetas en caída, en exilio, lo
retrógrado, etc… que hace que se pierda la riqueza y la profundidad que estos conceptos
astrológicos albergan. Hago hincapié en la necesidad de difundir la interpretación más
acorde al hombre moderno, donde el determinismo envenena la libertad y el miedo
masivo sirve para llevar a la gente de las narices. Tal como lo hicieron las religiones. Y la
Astrología no es ni puede ser convertida en una religión.
El grado 29 de un signo simboliza el final de un ciclo. En este grado vemos la culminación
del desarrollo de la energía del signo y su integración dentro de sí mismo, ya que, cuando
damos el siguiente paso, las reglas del juego cambian. Cuando un planeta o una casa
angular están en el grado 29, es como si tuviéramos la habilidad maestra de usar las
energías del signo donde se ubican pero no sabemos para qué sirven, ya que lo que vemos
en el horizonte nos pide algo diferente. Por tanto, es lógico que esto se haya visto como
algo negativo ya que puede despertar ansiedad interna y generar comportamientos
erráticos cuando se lo vive desde la inconsciencia. Es muy importante especialmente para
quienes tienes planetas o ángulos en el grado 28º o 29º de un signo, a trabajar
profundamente en sus vidas con éste símbolo, dado que la experiencia los lleva a la
humildad del sabio que ha de ver lo nuevo como un recién nacido.
Podemos decir que el grado 29 es una posición de maestría. Sabemos que sabemos y, al
mismo tiempo, sabemos que no. Si intentamos quedarnos en el pasado, nos sentimos
insatisfechos… ¡después de todo, ya hemos aprendido todas las lecciones! A medida que
avanzamos hacia el futuro, nos sentimos inseguros … pasamos de maestros a novatos
El estrés asociado con esta posición se refiere a esta incertidumbre: ¿qué se supone que
debemos hacer? En una sociedad que nos pide una acción constante, tener planetas en el
grado 29 puede ser un desafío. No tenemos el tiempo suficiente para entender quiénes
somos y actuar desde nuestra propia esencia. Aquellos con planetas en este grado deben
evitar buscar respuestas afuera, ya que las tienen adentro.
Los Eclipses se relacionan con Plutón debido a la oscuridad que, aunque, momentánea, se
produce en el cielo y en nuestro psiquismo. Los antiguos temían estos momentos y
auguraban tremendos presagios. Pero no todos. Atención con esto. Esotéricamente
hablando los Eclipses puede simbolizar momentos de conexión con lo divino. La Biblia los
vincula con eventos milagrosos. La crucifixión de Cristo se asocia con los Eclipses. Para los
hindúes, son momentos de renovación e iluminación espiritual. En la tradición indígena
americana los Eclipses son vistos como conexión con el cosmos y con los espíritus
ancestrales. Pero, también para ciertas culturas asiáticas, los Eclipses eran asociados con
presagios de guerra y desastres naturales. También, en la tradición judía, el Talmud ven
los Eclipses solares y lunares como un mal presagio para las naciones del mundo,
hambrunas y guerras. Tal vez esto sea porque el colectivo vibra en una frecuencia baja y
bajo es lo que se manifiesta colectivamente. Se enfoca más en lo colectivo y terrenal, con
su ambición y ceguera. Bueno, basta mirar a nuestros alrededor, lo que pasa y siempre
pasó en el mundo. Para la Astrología psicológica y espiritual los Eclipses son un momento
de revelación oculta, donde la luz se retira momentáneamente para dejar entrever algo
que está oculto, algo velado para la conciencia. Por ende son momentos sagrados. Es una
oportunidad para la autoevaluación psico-espiritual, para un entendimiento más
profundo de la luz y la oscuridad.
Quiero contarles la configuración celeste de este momento de Luna Nueva en Virgo con
alineación Nodal, lo cual hace que sea un Eclipse. Y haciendo gala de mi Mercurio a 29º de
Escorpio, seré simple para explicar algo complejo, práctica y útil:
El contexto celeste es retrógrado, es decir de introspección y resonante. Los invito a leer
el artículo de Nuevos Nombres para Planetas Retrógrados, en mi blog de Astrología Viva,
que escribimos con Mariu García Belmonte. La lógica de lo retro o resonante es circular y
no lineal, es interna y no periférica, no se orienta al resultado sino al proceso, navega en la
incertidumbre y no en las certezas, y configura un entrenamiento en relación al control.
Constituye un puente entre el Alma y la Personalidad, y nos invita a vernos como almas
viajeras que buscan la experimentación y la integración. Como les decía al inicio, los
Eclipses representan el arquetipo astrológico de destrucción, liberación y transformación.
Son amigos del Alma más no del ego encapsulado en su propia narrativa temerosa. En
este novilunio Marte, a punto de entrar en Escorpio, pero aún a 29º de Libra, está en
cuadratura a Plutón a 1º de Acuario. Esto a nivel mundial representa la destrucción, el
dolor y lo vemos. Pero a nivel individual nos invita a ver nuestra guerra interna y unir
nuestros polos, alquimizar nuestra propias cuadraturas. Buscar el empoderamiento de
nuestro propio deseo, de nuestra propia acción. ¿Cómo se empodera nuestro deseo y
acción? Cuando luchamos por una causa universal impregnada de lo divino. Cuando es
desde mi para todos. Plutón tiene un significado esotérico, trascendente y espiritual, es el
regente de Piscis en la Astrología Esotérica. Con esta dimensión psíquica buscamos liberar
las limitaciones a través del Renacimiento Espiritual. Por ende Plutón es LIBERACIÓN
TRANSFORMACION Y RENACIMIENTO. Y Marte, como regente esotérico de Escorpio busca
conquistar nuestros espacios divinos y sobrenaturales que nos guían en esta experiencia
terrenal de polaridad. Está en nosotros frecuenciar la energía en este nivel. Mercurio,
regente de esta lunación, está a los 6º de Libra, en Conjunción con el Sol y la Luna, en
oposición a Saturno-Neptuno en un espacio muy especial: el espacio vacío de la Cometa
celeste, el pequeño Gran trígono con Saturno Neptuno en la punta y Urano y Plutón en
sextil a esta conjunción: una poderosa alianza entre los transpersonales y Saturno: entre
el Cielo y la Tierra. Y pasa el Eclipse en la otra punta del Cometa para experimentar todas
estas fuerzas y coagularlas, integrarlas. Para quienes estudiamos Astrología sabemos que
estamos invitados a ser el cambio que queremos ver en el mundo. Entonces nos
abocamos a trabajar nuestras oposiciones, cuadraturas, conjunciones y para ello
frecuenciamos con las energías del Cielo, ayudándonos en estos desafíos con las energías
que fluyen más, como trígonos y sextiles: Sol, Luna y Mercurio en Trígono con Urano y
Plutón. Esto traducido sería buscar integrar a (Mercurio) nuestros pensamientos,
estructura mental y vincular, la libertad y creatividad de Urano, que tiene en cuenta el
progreso individual en pos del progreso universal y el conocimiento y la sabiduría
individual en pos de compartirlo con el mundo. Buscar enriquecer nuestro Mercurio con la
potencia sanadora de Plutón en nuestras palabras, en nuestro aprendizaje, en toda la
información que consumimos y compartimos. Respecto de la Luna en alianza con Urano y
Plutón, y bajado a la práctica, podría ser cuestionar nuestros lugares seguros,
habitualmente incuestionables, para liberarnos de surcos de supervivencia tóxica, como
tener miedo a no tener, por ejemplo, afecto, dinero, a la muerte, a la vejez, a la soledad, al
abandono, al fracaso, al exilio, a la enfermedad. Urano en trígono nos brinda la libertad de
salir de nuestro refugio conocido, aunque tóxicamente conocido, para navegar por nuevas
experiencias y madurar, vía la oposición a Saturno, con una nueva estructura emocional
más madura, que encuentra su sentido en entregar a la sociedad aquello que sabemos
hacer y nos inspira brindar. Finalmente el Sol se cuestionará sus verdades, su narrativa y
humildemente se abrirá a las propuestas de cambio de los tres transpersonales para
fundar un nuevo propósito y dirección. ¿Se dan cuenta por qué estos momentos son tan
movilizantes? Porque nos interpelan, nos invitan a no abandonar el camino de exploración
infinita de nuestras almas a través de nuestras personas en esta experiencia terrenal. Nos
invitan al cambio, a ingresar nueva información eléctrica a nuestros sistemas, a
incomodarnos en cierta manera para saborear luego el descubrimiento y la expansión. A
descubrir nuestros otros yoes ensamblados al Yo Eterno.
Feliz Lunación amigos del Alma. Y Gracias por leerme hasta acá.
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