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Gabriela Ciminieri - Astróloga Humanista

Los Astrólogos somos los Meteorólogos del Alma


La Entrevista con el Astrólogo: el Meteorólogo del Alma

Predicción vs. Deteminación

Para la gran mayoría de mis consultantes el haber conocido su Carta Natal y haber adquirido conocimientos sobre la Astrología fue y continua siendo por siempre un viaje de ida, una aventura maravillosa, movilizante y extremadamente positiva. Tengo que admitir también que al principio conlleva un cierto nivel de ansiedad mezclado con expectativa. Y es natural que así sea porque, en líneas generales, no saben con claridad qué es lo que tiene para decirles el Astrólogo cuando piden una cita para “hacerse la Carta Natal”.

Aunque no lo digan directamente, muchos consultantes vienen esperando que les diga si tal o cual deseo se les va a cumplir, si tal o cual proyecto se les va a dar. O si es acertado que hayan tomado o vayan a tomar tal o cual decisión, o si tal o cual amor les va a ser correspondido.

También están quienes buscan conocerse y darles un rumbo fresco y nuevo a sus vidas. Quieren ser más felices y recuperar su eje, dejar de repetir viejas historias y rehacer su realidad. Ambos buscan información de algún tipo en la Carta Natal.

Ambas expectativas están bien. Es humano querer saber qué nos depara el destino.

Y, hasta lo que yo sé, la Astrología es la única ciencia que, a través de complejísimos cálculos matemáticos y técnicas de precisión heredadas del saber universal, tiene la capacidad de dar respuesta a lo que va a acontecer en el futuro. Pero ¡atención! No de la manera que lo estás pensando. Vayamos de a poco.

Sea lo que fuere, la Astrología, la Carta Natal, la devolución de la Carta y el Astrólogo mismo están todos envueltos en un halo de misterio. No es para menos ya que desde el inicio de todos los tiempos y durante siglos, la Astrología Clásica o Medieval contaba con conocimientos matemáticos del Sistema Solar para predecir los movimientos de los cuerpos celestes y las consecuencias de los mismos sobre la Tierra. Esta tenía por objetivo predecir acontecimientos y se revestía de una cualidad determinista, en donde parecía que la persona, pueblo o reino con un tránsito o una carta difícil estaba condenado a perecer y padecer. Basta con recordar el término “maléfico” que usaban (usan algunos, aún hoy) para referirse a ciertos planetas como Saturno.

Pero la Astrología fue cambiando y, junto a los movimientos humanistas, se fue ensamblando a otra mirada, a otra búsqueda. La alianza entre la Psicología y la Astrología resultó un hallazgo fantástico. Les cuento por dónde viene la mano.

Como lo expresa el astrólogo español José Royo, (…) “la psicología moderna proporcionó una nueva visión de la psique individual, principalmente en base a los estudios del Sigmund Freud (1856-1939), creador del psicoanálisis. Pero fue el también psiquiatra Carl Gustav Jung (1875-1961) quien, tras un período como discípulo y colaborador de Freud, se distanció de las tesis freudianas que no contemplaban los factores espirituales que para Jung eran inherentes al ser humano. Jung se interesó por estudiar diversas vías de sabiduría como la alquimia, la mitología, la filosofía oriental, el I Ching y la Astrología. Y con respecto a ésta última escribía en su obra El Secreto de la Flor de Oro:

“La astrología representa la suma de todas las nociones psicológicas de la antigüedad”

A mediados de los años 30 Dane Rudhyar, muy fan de la psicología junguiana, plantó las bases de una innovadora astrología psicológica, en la que el simbolismo transformador de los planetas transaturninos adquiría un papel importante. Esta astrología renovada tuvo su auge en la década de los 60 y 70 del pasado siglo XX, y evolucionó inspirada por el movimiento humanista y transpersonal que tuvo una especial relevancia en el ámbito de la psicología moderna.

Hoy día la mayoría de astrólogos de orientación psicológica están en sintonía con una astrología transpersonal, que contempla tanto los factores personales como los espirituales que subyacen en toda experiencia humana.

Sin renunciar a la sabiduría tradicional, la astrología psicológica centra su atención en “comprender al individuo desde dentro” en lugar de apoyarse en las “descripciones desde fuera” que pueden verse en la mayoría de tratados clásicos. La difusión de una astrología centrada en el individuo no ha impedido que algunos astrólogos conserven un enfoque tradicional predictivo-determinista, que se interesa más en los acontecimientos externos y no tanto en los procesos evolutivos personales.

Pero es importante entender que los fundamentos en que se basa la astrología tradicional y la astrología psicológica son los mismos. La diferencia es sobre todo filosófica, y radica esencialmente en cómo se utiliza e interpreta el saber astrológico. Los humanistas nos interesamos más en el para qué de los hechos que nos acontecen que en predecir los hechos en sí mismos.

Ambas corrientes comparten el mismo simbolismo y las mismas técnicas, el mismo tesoro de los cálculos matemáticos, de las esferas celestes, del conocimiento del Sistema Solar, todo ello aplicado a la Psique Humana y a la evolución del Hombre Espiritual en la Tierra. ¿Puede existir algo más maravilloso para conocer al Ser Humano?

Los Astrólogos Somos los Meteorólogos del Alma

La Astrología cuenta con precisas técnicas de predicción que muy recientemente en el devenir de la historia de la humanidad comenzaron a utilizarse con propósitos evolutivos y no deterministas. El humanista utiliza las técnicas predictivas para seguir los ciclos y ritmos naturales de los planetas del sistema solar y sincronizar con ellos, despertando dentro de sí las cualidades del Cielo que le son propias y manifestando el Cielo en la Tierra.

A través de estas complejas técnicas, que van mucho más allá de la Revolución Solar, que es lo que todo el mundo conoce, se pueden predecir climas vibratorios, energéticos: “cualidades del tiempo” con fechas sorprendentemente precisas y proyectadas a muchísimos años por delante.

El Humanista utiliza este conocimiento para entender qué proceso interior va a estar atravesando, de qué clase de energía va a estar teñido su futuro inmediato, a mediano y a largo plazo: si energía de despliegue y acción o energía de repliegue y contemplación.

Quien consulta sus “Relojes Astrológicos”, como suelen llamarse, va a ser informado de los Ciclos Vitales por los cuales está atravesando, del momento del ciclo en el que se encuentra: si es el inicio, de siembra y arranque, para ponerse en movimiento sin dilación, aún cuando se sienta inseguro, o si es tiempo de dar una primera forma y concretar, tomado decisiones importantes y dejando ciertas opciones afuera, o si son tiempos de cosechar lo invertido y brillar más que nunca, o si es el fin de un ciclo donde es aconsejable hacer la plancha, revisar lo vivido, subsanar errores y prepararse para un nuevo ciclo.

Esta información es tan pero tan importante que uno quisiera que todo el mundo la pudiera tener a disposición para habitarse, reconocerse y desplegar los dones que trajo a esta Tierra.

Entonces ¡si! La Astrología es Predictiva y a mucha honra: tiene todas las herramientas para serlo porque maneja el conocimiento del tiempo y de las energías. Lo que definitivamente no debería ser es determinista. Entiendan la diferencia.

Si todo esto es aplicado con honestidad, desprendiéndose del poder y control que estas herramientas dan cuando se aprovechan de la ignorancia y desesperación de la gente, hablamos de un buen uso de la Astrología y la aplicamos al servicio, en pos del desarrollo del potencial humano, para que el hombre se haga cargo de sí mismo y comprenda el verdadero significado de la palabra DESTINO, ya no como algo ajeno y azaroso que le sucede fatalmente, sino como el inconsciente tratando de expresarse.

Tal como lo decía Jung. “Hasta que el Inconsciente no se haga Consciente, el Subconsciente dirigirá tu vida y tú le llamarás destino”.

Dicho todo lo anterior ya podemos inferir que hacer una consulta astrológica, o estudiar astrología en el Siglo XXI implica una actividad más activa que pasiva. Implica compromiso a cambiar. Implica una disposición a adentrarse en el misterioso Cielo interior, a VERSE en aquellos aspectos negados de uno mismo, invita a revisar sus creencias y sus patrones y a comenzar el PROCESO de transformación. Y esto es movilizante. Pero tremendamente rico.

La entrevista astrológica es el encuentro entre el consultante y el astrólogo para que éste último le haga la “devolución” de su Carta Natal levantada con los datos de nacimiento que se le entregaron al momento de solicitar la entrevista: fecha de nacimiento y horario exacto (fijarse en la partida de nacimiento), y lugar de nacimiento. Este encuentro idealmente es en persona. A veces ocurre que el consultante no vive en la misma ciudad que el astrólogo, y entonces se encuentran vía alguna plataforma on line. En mi experiencia, esta modalidad es muy funcional y sirve al propósito muy bien. La entrevista dura una hora y media cuando es on line y entre una hora y media a dos horas cuando es presencial. Puede ser en idioma español o inglés, indistintamente. La entrevista es grabada y enviada al consultante, cuando es on line y cuando es presencial, la graba el consultante en su teléfono.

El consultante también recibe, si lo solicita, material escrito por correo electrónico pertinente a su Carta Natal. Estas son lecturas especialmente recopiladas que le permiten a la persona sumergirse en las energías que le son constitutivas y así poder aprender más sobre sí mismo, a mirarse más lúcidamente, a distinguir con mayor claridad sus personajes internos, muchas veces contradictorios, e imaginar otras maneras de convivir con todos ellos.

Consultoría Astrológica

De acuerdo a las necesidades y posibilidades del consultante, lo aliento a realizar un proceso de varios encuentros, ya sean semanales, quincenales o mensuales. Esta modalidad permite hacer precisamente “procesos” y un trabajo de muchísima más profundidad en la exploración de la propia Carta Natal. La primera entrevista es una mirada global de los distintos núcleos o partes de la Carta Natal y la dinámica de interacción que se da entre ellos. En la consultoría vamos explorando cada núcleo individualmente y cómo se acopla al resto de la carta. Este es un trabajo sumamente interesante y revelador.

Con la consultoría astrológica, uno se está regalando la posibilidad de bucear por un lado en las distintas facetas psíquicas representadas por los planetas y descubrir si nuestros “personajes internos” están o no jugando su juego; si se acoplan a la “sinfonía propuesta por el Cielo” colaborando, sintonizando, haciendo lo que le es propio y dando su aporte.

De esta manera, la persona que se acerca a la Astrología puede estar segura de que la herramienta de la Carta Natal va a ser plenamente aprovechada como guía para el resto de su vida. Porque en la consultoría va a poder penetrar en la dinámica de su Carta y a entender cómo utilizarla como mapa de ruta y guía para siempre. Así, la devolución de su Carta no queda limitada a un par de horas donde a uno lo llenaron de información y excitación, que de no seguir profundizando, queda condenada al olvido.

Y recuerden, la verdadera Astrología del Alma no es una acumulación de información. La información ha de servir para la Transformación del Ser en constante movimiento. Se ha de hacer orgánica y pasar por el tamiz de la experiencia.

Espero que te haya gustado el artículo y que lo compartas a tus amigos.

Abrazo

GBY God Bless You

Gabriela Ciminieri

Astrología Viva


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